Participación multifactorial: clave para el enfrentamiento

Por: Grabiel Peña González.

Las indisciplinas sociales son manifestaciones consecuentes de la tolerancia, falta de cultura ciudadana y hasta impunidad de quienes violan las normas éticas, estéticas y cívicas, que en leyes, y en papel rigen la sociedad tunera.

La práctica demuestra y confirma todos los días que sin un adecuado y sistemático enfrentamiento multifactorial, no es posible crear conciencia, instruir, educar, comprometer y mucho menos forjar una cultura de control y prevención de las indisciplinas sociales, en barrios, bateyes y comunidades de la provincia de Las Tunas.

Un ejemplo ilustrativo es el paisaje que desluce arbitrariamente al entorno del Hotel Cadillac, en esta ciudad: acoso a transeúntes por traficantes de divisas, asedio a turistas por mendicantes de limosnas, música alta, obstrucción del paso en el bulevar... son algunas de las indisciplinas que por habituales ya pasan inadvertidas. 

¿Quién o quiénes tienen la responsabilidad de ponerle coto a tal desorden? ¿Serán los alrededores del Hotel Cadillac una zona franca donde se contradigan los principios morales de la Revolución cubana? ¿Será esa la imagen tunera deseada para que lleven los foráneos a sus latitudes? 

Falta combatividad, urge la integración de todas las estructuras de la sociedad en función de la persuasión, dígase Grupo de Trabajo Comunitario, Federación de Mujeres Cubanas, Comités de Defensa de la Revolución, Unión de Jóvenes Comunistas, Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana, Policía Nacional Revolucionaria, Fiscalía, en fin, todo aquel o aquella que tenga disposición y voluntad para preservar la tranquilidad ciudadana. 

Las indisciplinas sociales son un flagelo que corroe la sociedad, importuna a sus habitantes y descompromete la participación ciudadana. Atacar las causas que la provocan de manera coherente, sistemática y unida es la forma más viable de limitarle el acceso.