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Empeño para una infancia feliz

Empeño para una infancia feliz

 

Por: Rosa María Ramírez Reyes.

 

En príncipes enanos y su encanto excepcional mi musa se inspira. De su inquieta presencia mucho se puede contar: de su andar ligero e increíble inteligencia, de la pulcritud e inocencia de sus almas, de la nobleza y el amor que saben dar.

 Hoy traemos una jornada para regalarles el mejor de los días;  cada primero de junio una gran ronda de alegrías protagoniza la Isla, donde estas personitas ocupan la prioridad del Estado.

En Cuba  niñas y niños son el relevo seguro;  en su preparación física e intelectual se invierten cuantiosos recursos, la instrucción se transforma en pos de elevar el aprendizaje, tienen la garantía de estudio pleno, disfrute de instalaciones culturales y deportivas, atención médica, y sus voces son escuchadas.

Sobran ejemplos, de cómo por los infantes hay permanente desvelo; basta decir que salvar la vida de un pequeño es máxima, no solo de profesionales de salud sino también de las autoridades estatales, no se escatima cuánto pueda costar un medicamento si con ese se le devuelve la sonrisa  y la vida y ello sucede desde que está en el vientre de su mamá. 

Mas,  allende los mares la realidad es bien diferente, unos no tienen el pan garantizado, otros buscan entre los basureros qué llevar a la boca, algunos alcanzaron un puesto de trabajo rudo para ayudar a sus padres o sostener la familia, también los hay que amanecieron este Primero de Junio sin alguno de sus órganos porque fue comercializado. 

Documentos de la Organización de Naciones Unidas sostienen que en la actualidad SEISCIENTOS millones de infantes en el planeta viven en la pobreza, a todos va el pensamiento libre y un mensaje de esperanza  porque ni siquiera saben qué día es hoy. 

En Puerto Padre, las escuelas, círculos infantiles y sedes del programa Educa a tu hijo colorearán la jornada para festejar la fecha con más de 10 mil niñas y niños; también, se  pintarán de maravillas y fantasías salas del hospital pediátrico Raymundo Castro Morales. 

Nuestros pequeñuelos cargados de sueños amanecieron con el goce espiritual de estar rodeados de amor y paz;  y ahora disfrutan junto al resto de los escolares. 

Es empeño de hoy y todos los días proporcionarles una infancia feliz.

 

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