Aniversario 51 de la Revolución
Por: Rosa María Ramírez Reyes.
Abrazamos este Primero de Enero, el aniversario 51 de la Revolución, gesta heroica de cubanos que puso al hombre y a la mujer en el justo camino de la creación y los hizo partícipe a todos de la edificación de una obra, proclamada con las luces cotidianas de sus primeros años y de lo hecho a través de este medio siglo como faro imprescindible para los pueblos de América.
Quizás hoy unos pocos ignoran los avances de todo este tiempo, pero la mayoría sí reconoce la valía de lo logrado en materia humana y social.
A pesar de maletas preparadas, actos terroristas, infamias, medidas criminales, acusaciones y un férreo bloqueo aquí estamos en pie de lucha por una sociedad mejor, que cada vez más pone en el centro al hombre y la mujer, artífices del progreso a partir del sudor propio.
Cuba no anda por el mundo robando riquezas o dejando desgracias como suelen hacer los grandes y más poderosos, anda con la mano extendida para ayudar a los más necesitados, reparte su solidaridad, esa que la distingue y hace una nación inigualable.
Mucho se ha caminado desde aquel enero de 1959 cuando los barbudos pusieron fin a la opresión y entregaron al pueblo la total independencia; de entonces se revolucionaron las empresas, la educación, salud, cultura y deportes, todo, todo fue a parar a manos de la gente humilde y sencilla.
Comienza otro año. A partir de hoy el esfuerzo por crecer más y lograr la satisfacción colectiva es premisa fundamental; de la sabia acumulada por estos años y el hacer diario de cada uno la nación se vigoriza, por eso honrar este Primero de Enero a quienes vinieron de las lomas o en el mismo llano hicieron triunfar la revolución es deber sagrado con la patria.
Abrazamos el aniversario 51 de la revolución con el compromiso de hacer más por ella para seguir iluminando a los demás pueblos y que sea por siempre la estrella solitaria que desde el caribe ondea entre franjas azules y blancas y un triángulo rojo la identidad de una isla libre e independiente.
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