Marañón crece con sus propios esfuerzos
Por: Grabiel Peña González.
Al norte de la provincia de Las Tunas, en la comunidad de Marañón, cada día se tejen historias donde el principal protagonista es el hombre y la mujer que se aferra a la tierra para hacerla parir sus mejores frutos.
La comunidad fue fundada en la década de los años veinte del pasado siglo, y debe su nombre a Antonio Rodríguez, conocido por Antonio Marañón.
Sus primero habitantes fueron emigrantes. Para entonces solo existía la casa del colono, un barracón, una grúa (equipo utilizado para el pesaje de bultos de caña) y la bodega.
Tras el triunfo de la Revolución, el Primero de enero de 1959, los trabajadores de la zona tuvieron la posibilidad de contar con trabajo fijo y acceso a la educación y otros beneficios hasta entonces privilegio de unos pocos.
Los vecinos de Marañón, recuerdan con emoción la visita del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, el 28 de noviembre de 1988, en ocasión del abanderamiento del contingente Victoria de Girón, encargado de la construcción de la carretera que conduce a la playa Covarrubias, principal polo turístico de la provincia.
En la comunidad de Marañón conviven hoy algo más de trescientas personas, cuya fuente de empleo es la producción de alimentos y la ganadería.
Marañón crece con el esfuerzo que sale de las manos de sus pobladores, sin contar que es una de las zonas rurales del territorio que incrementa la natalidad con 13 alumbramientos hasta la fecha y restan otros ocho antes que concluya el año, hecho que garantiza la vitalidad de la colectividad.
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