Aniversario 53 de la muerte de Camilo Cienfuegos

Por: Rosa María Ramírez Reyes.

Desde lo más alto, en el sitio sagrado de los indelebles, está el Señor de la Vanguardia iluminando el porvenir. Con la sonrisa amplia sigue señalando qué caminos son más útiles, más necesarios.

El legado  de Camilo Cienfuegos Gorriarán es fuente de inspiración en la siembra de un mañana mejor, por eso la nueva generación le venera siempre, y en cada 28 de octubre colma de flores a mares, ríos, lagos, y  embalses. 

Y es que Camilo es de esos hombres que se enraízan en el pueblo  por la humildad y trayectoria excepcional, por la lealtad a los principios y la manera sencilla de obrar.

Él emerge con la misma fuerza del mar que le acogió hace 53 años y forja hombres como él, siempre dispuestos a hacer algo bueno por los demás.

Camilo es raíz autóctona, es coraza y empuje necesarios en tiempos de creación fértil.

En esta fecha pero de 1959 desapareció cuando regresaba a La Habana tras cumplir una misión en Camagüey; aún no se sabe en qué lugar del archipiélago cayó al explotar la vieja avioneta que le transportaba. Desde entonces el litoral cubano es lugar a donde van nuevos y viejos en acto de recordación sincera.