Viejos y nuevos en defensa de la Revolución
Por: Rosa María Ramírez Reyes.
Cuenta nuestra historia patria que transcurrían los días de abril de 1961 y los rostros del pueblo reflejaban gran dolor por la pérdida de compatriotas, pero a la par de la tristeza había indignación y rebeldía.
Bisoños milicianos de todas partes de Cuba con fusil al hombro salían a defender la patria agredida por fuerzas mercenarias.
Junto a todos como siempre estaba el líder de la revolución, Fidel también con su arma rebelde en brazo indicaba el futuro de la nación que se había desprendido de las garras imperiales y había echado a caminar sola en pos de la libertad definitiva.
La efervescencia crecía porque la nación había declarado el carácter socialista de la revolución.
El imperialismo yanqui no perdonaba a los cubanos su triunfo, y desde el mismo enero de mil novecientos 59 comenzó a gestar agresiones y campañas en contra de la revolución naciente.
El 17 de abril de 1961 invadían la isla por Playa Girón, al sur de la provincia de Matanzas. Desde que tocaron tierra tropezaron con una sólida resistencia y, de inmediato, sobre ellas se desató una de las más furiosas ofensivas del pueblo que no permitiría al imperialismo apropiarse del territorio nacional. En menos de 72 horas era derrotada la fuerza mercenaria.
Se alzaba el pueblo con la victoria y desde entonces somos cubanos más dispuestos a no perder lo que tanta sangre ha costado a este pueblo rebelde ante cada acción del enemigo que ponga en peligro la soberanía e independencia.
Socialistas por siempre es la máxima que 51 años después de aquel victorioso abril sostenemos cubanas y cubanos.
Enardecidos aún al compás del himno nacional vuelven los fusiles en alto a asegurar que viejos y nuevos defenderemos esta revolución de los humildes y para los humildes.
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