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Justicia en nombre de la paz

Justicia en nombre de la paz

Por: Rosa María Ramírez Reyes.

Hablar de ellos, es hablar de la dignidad misma; es asegurar en sus actuaciones el paradigma de hombre nuevo, es encontrar en sus pasos a verdaderos héroes. Por eso, transcurridos 12 años de injusto encierro no han podido apagar la luz que desde sus almas se esparce, tampoco quebrar las razones por las cuales llegaron hasta las mismas entrañas del monstruo.

Sería en septiembre de 1998 cuando el FBI les apresó y de entonces a acá, un amañado proceso judicial se ha encargado de mantenerles tras las rejas de alta seguridad a pesar de demostrarse la inocencia de cada uno.

Cinco brillantes profesionales de la economía, aviación y relaciones internacionales se convirtieron en incansables luchadores contra el terrorismo; esa es la verdadera razón por la cual entraron a Estados Unidos y hoy permanecen encarcelados Gerardo, Fernando, Antonio, Ramón y René.

Muchos, desinformados o mal intencionados no creen en la fuerza de la verdad que en cada aurora se levanta con estos legítimos guerreros del pueblo, de ahí que mujeres y hombres de buena voluntad exigen justicia en nombre de la paz.

La solidaridad hoy se alza con más fuerza en el mundo y hace valer su poder. En diversas regiones movimientos a favor de la causa de los Cinco despliegan acciones que demandan al presidente de Estados Unidos liberarlos de inmediato.

Durante estas jornadas se convocan a mítines, marchas; desde Cuba el reclamo se multiplica. En Las Tunas periodistas ascenderán el lomerío más alto de la provincia, ubicado en Majibacoa, allí se llamará a sumar voces en la lucha por el regreso de los cinco.

En Puerto Padre, infantes, adolescentes y jóvenes, junto a adultos envían misivas al gobierno estadounidense en las que expresan su solicitud de justicia; asimismo se organizan encuentros de comités de solidaridad y una gala cultural el mismo día 12 en el cine Iremú.

El mensaje de aliento no faltará y a pesar de la distancia llegará a Gerardo, Fernando, Antonio, Ramón y René, hombres íntegros y puros, símbolos de la lucha contra el terrorismo.

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